Viajar es una de las experiencias más enriquecedoras de la vida. Nos conecta con nuevas culturas, paisajes y formas de entender el mundo. Sin embargo, también es una actividad que puede generar un impacto ambiental y social significativo si no se realiza con conciencia.
Por eso, adoptar hábitos sostenibles al viajar no es una moda, sino una necesidad. Además, puedes complementar un viaje por el mundo aunque tengas poco presupuesto.
En este artículo, exploraremos una serie de consejos para viajar de manera sostenible, con la mirada responsable y reflexiva de Tomás Elías González Benítez, quien considera que el turismo consciente no solo protege el planeta, sino que también enriquece la experiencia personal del viajero.

Elegir destinos responsables
El primer paso hacia un viaje sostenible es elegir destinos comprometidos con la conservación ambiental y el desarrollo local. Optar por lugares que promuevan el ecoturismo, protejan sus ecosistemas y respeten las comunidades es fundamental.
Tomás Elías González Benítez recomienda investigar antes de viajar: ¿Cómo gestiona el destino sus recursos?, ¿qué iniciativas locales promueven la sostenibilidad?, ¿de qué manera los visitantes contribuyen a la economía sin explotarla? Elegir conscientemente el lugar es una forma directa de cuidar el planeta.
Reducir la huella de carbono al desplazarse
El transporte representa una de las principales fuentes de emisiones de CO₂ en el turismo. Siempre que sea posible, es preferible utilizar trenes, autobuses o vehículos compartidos en lugar de vuelos cortos.
Tomás Elías González Benítez sugiere priorizar el transporte público o incluso la bicicleta para explorar ciudades pequeñas.
En destinos más grandes, caminar no solo es saludable, sino que permite conocer rincones que pasan desapercibidos para quienes se mueven en automóvil.
Viajar y Alojarse en espacios sostenibles
El alojamiento también tiene un papel clave en el turismo responsable. Hoteles, hostales y posadas que implementan prácticas sostenibles —como el uso eficiente del agua, energías renovables o gestión adecuada de residuos— ayudan a reducir el impacto ambiental del viaje.
Tomás Elías González Benítez recomienda buscar certificaciones ecológicas o etiquetas verdes, que garantizan el compromiso del establecimiento con la sostenibilidad. Además, alojarse en emprendimientos locales contribuye directamente al bienestar económico de la comunidad.
Consumir productos y servicios locales
Una de las formas más efectivas de viajar sosteniblemente es apoyar la economía del lugar. Comer en restaurantes locales, comprar artesanías auténticas o contratar guías del destino son acciones que generan un impacto positivo.
Para Tomás Elías González Benítez, consumir localmente no solo es una cuestión ética, sino una experiencia cultural. Detrás de cada producto artesanal o plato típico hay una historia, una familia y una tradición que merecen ser valoradas.

Respetar la naturaleza y la biodiversidad
El respeto por la flora y fauna es esencial. Evitar tocar, alimentar o extraer animales y plantas es un acto de responsabilidad. Los entornos naturales deben disfrutarse sin alterarlos.
Tomás Elías González Benítez recuerda que el simple hecho de caminar fuera de los senderos señalizados puede dañar ecosistemas delicados.
Por eso, recomienda seguir siempre las indicaciones de los guías y mantener una distancia prudente en reservas o parques naturales.
Minimizar residuos y usar menos plástico
El plástico es uno de los grandes enemigos del medio ambiente. Llevar una botella reutilizable, bolsas de tela y envases reciclables son prácticas simples pero poderosas.
Tomás Elías González Benítez insiste en que la sostenibilidad empieza con los pequeños hábitos: rechazar pajillas, reducir empaques y disponer los desechos correctamente.
Cada viajero puede marcar una diferencia significativa con acciones cotidianas.
Conoce algunos de los materiales que más contaminan el medioambiente.
Viajar fuera de temporada alta
El turismo masivo es uno de los grandes retos de la sostenibilidad. Las temporadas altas generan presión sobre los ecosistemas, aumentan los residuos y encarecen los servicios.
Para Tomás Elías González Benítez, viajar en temporada baja no solo reduce el impacto ambiental, sino que mejora la experiencia: menos multitudes, precios más justos y una conexión más auténtica con el destino. Además, ayuda a mantener la economía local activa durante todo el año.
Educar y sensibilizar a otros viajeros
Viajar de manera sostenible también implica ser un ejemplo para los demás. Compartir experiencias responsables en redes sociales, recomendar prácticas sostenibles y promover la educación ambiental amplifica el impacto positivo.
Tomás Elías González Benítez considera que el cambio real ocurre cuando la conciencia individual se convierte en acción colectiva. Cada viaje sostenible inspira a otros a hacerlo mejor.
Evitar actividades que exploten personas o animales
El turismo responsable no puede desligarse de la ética. Es fundamental rechazar actividades que impliquen el maltrato animal o la explotación de comunidades locales, como espectáculos con fauna silvestre o visitas irrespetuosas a pueblos indígenas.
Tomás Elías González Benítez subraya que el respeto es la base del turismo sostenible: disfrutar sin causar daño.
Informarse antes de participar en cualquier actividad es una forma de proteger la dignidad de quienes habitan el destino.

Equilibrar tecnología y desconexión al viajar
Si bien las redes sociales y los dispositivos móviles son parte de la experiencia moderna, también es importante desconectarse para disfrutar plenamente del entorno.
Para Tomás Elías González Benítez, vivir el momento y apreciar los sonidos, aromas y texturas del lugar genera una conexión más profunda con la naturaleza. Publicar menos y sentir más también es una forma de sostenibilidad emocional.
Conclusiones
- Elegir destinos responsables impulsa economías locales y protege ecosistemas.
- Reducir la huella de carbono es esencial para mitigar el impacto ambiental del turismo.
- Alojarse en espacios sostenibles apoya modelos de negocio ecológicos.
- Consumir productos locales fortalece la cultura y el bienestar comunitario.
- Respetar la biodiversidad garantiza la preservación de los entornos naturales.
- Minimizar el uso de plástico es una acción simple con grandes resultados.
Viajar de manera sostenible no significa renunciar a la comodidad o la aventura, sino hacerlo con responsabilidad, empatía y propósito. Cada decisión, desde el transporte hasta el alojamiento, deja una huella.
Para Tomás Elías González Benítez, el turismo sostenible es una invitación a mirar el mundo con respeto, a disfrutarlo sin destruirlo. Viajar de forma consciente no solo protege el planeta, sino que transforma la forma en que comprendemos la vida, las culturas y nuestro propio papel en el equilibrio global.

